jueves, 31 de mayo de 2012

Campeones. Maratón de montaña de Berga

Antes de una carrera uno siempre hace muchas previsiones: de tiempo, de puesto, de táctica. Pero cuando te echas a correr las previsiones, para bien o para mal, suelen no cumplirse. En mi caso se cumplieron.

Es una carrera dura. Pero ¿cuánto de dura es dura? Pues para ponernos en dimensiones diremos que son 42KM y 3.000m de desnivel positivo y otros tantos negativos. 42KM todos sabemos lo que son: más o menos lo que hay de Zaragoza a La Almunia. Pero ¿cuánto es subir 3.000 metros de desnivel? Ilustremos.

Desde Berga se ve el santuario de Queralt, último control antes de meta. La diferencia de altura es de 414 metros. ¿está alto verdad?

Vale, ya nos hacemos una idea de cuánto son 414 metros. Ahora bien ¿cuanto son 3.000 metros? o sea, unas 8 veces más. Volvamos a ilustrar. Este es el perfil de la carrera y, a la derecha del todo, podemos ver dónde está situado el santuario. Todo lo demás que se sube son los 3.000 metros de desnivel. ¿mola ehhh?



Quitando la ultra de Alquezar esta es la más dura que he echo hasta ahora y, sin embargo, ha sido la primera carrera que hago en la que ni por una sola vez se me ha pasado por la cabeza abandonar. Ni si quiera se me pasó por la cabeza lo bien que estaría viendo el jurgol con una cervecita y un plato de patatas fritas. Me remito a la foto para demostrar lo bien que me lo pasé. Si, fui sonriendo casi toda la carrera.


¿y qué tiempo hice y en qué puesto quedé? Pues viendo la foto de mi llegada cualquiera podría creerse que llegué en segundo lugar


Y la verdad es que llegué en segundo lugar ....... por la cola. Casi 8 horas que me costó acabar. Menos mal que no llevaba cámara de fotos porque si me llego a para a echar foticos llego fuera de control. Pero me hubiera dado igual: disfruté como nunca había hecho en ninguna otra carrera, el lunes pude andar sin parecer Robocop y tengo la moral tan alta que estoy seguro de que acabaré Emmona. ¿qué más puedo pedir?


Ahhh, se me olvidaba: la carrera es fantástica. Perfectamente señalizada, con avituallamientos tan abundantes que hasta los últimos teníamos para elegir, voluntarios que animaban a rabiar y una buena comida a la llegada. Bravo por la carrera.

Por último una preciosa foto de la cima de la carrera, la Gallina Pelada.



lunes, 21 de mayo de 2012

Training Day. Tozal de Guara

No había subido nunca al Tozal de Guara, pero cada vez que lo veía desde los Pinares de Venecia (está bien, desde el Decathlón de Puerto Venecia)  o desde los altos de las Planas me entraban ganas de ir a subirlo. Me atrae como el Moncayo, que lo veo cada mañana cuando voy a currar y cada mañana pienso en pasarme la salida de la autopista y tirar recto hasta él para subirlo. Sobre todo cuando se ve con la cima toda nevadica. Qué majo.

Por fin este domingo me fuí a subirlo. Pensaba que tan solo iba a ser un día de entrenamiento. Visto de lejos el Tozal es tan discreto como el resto de la sierra de Guara. Y como el resto de la sierra visto de cerca es una inesperada maravilla.

Comienzo la ruta corriendo por la pista que flaquea el embalse de Vadiello, paso de largo el desvío al San Cosme y San Damián y sigo hacia la tejería. La pista confirmaba mis sospechas: esto va a ser un insulso día de entrenamiento. La vista del Tozal desde la Tejería no auguraba muchas diversiones.

El Tozal muy tímido se esconde entre las nubecitas de algodón
Menos mal que estaba completamente equivocado. De la tejería sale un precioso sendero, de los que da sentido a esto de correr por el monte, que lleva a las Gargantas de Fabana donde, merced a las últimas lluvias, me calcé un ascenso, y posterior descenso, de barrancos.

Gargantas de Fabana
El camino continúa hacia el collado de Petreñales donde me encontré a un par de senderistas bien equipados: su GoreTex, sus frutos secos, su tuper con empanadillas!!!!. Como el Tozal estaba completamente cubierto por una nube me fui con ellos hasta la cima a paso, que el bueno de Manumar define como "de senderista". En la cima había una congregación de gente tal que poco me faltó llamar a los grises para que los disolvieran. Me echó para atrás el bocata de tortilla de longaniza que me ofreció uno de los paisanos. Estos si que iban bien equipados, hasta champán para celebrar el bautizo montañero de unos chavales llevaban. Joódete, yo con todo el minimalismo y el ultralight del mundo y los otros con hogazas de pan y botellas de champán. Pa gustos los colores. Yo me estoy planteando volverme al senderismo.

Por cierto, esta mañana les comentaba a mis compis de Madrid el detalle del ofrecimiento de las empanadillas y el bocata y me ha comentado que en la sierra de Madrid, en una situación similar, te inflan a pedradas antes de que te acerques a las viandas. Siempre ha habido clases.

La vuelta, fue casi por el mismo camino a toda prisa para llegar lo menos tarde posible a casa (y aún así llegué muy tarde). No sin antes disfrutar de las vistas del santuario de  San Cosme y San Damián

San Cosme y San Damián. Sombra no les va a faltar

Al final 28Km y 1.800m+ en poco más de 5 horas.