En la salida se respira buen ambiente. Te van sonando las caras de la gente y te saludas con un efusivo "eeehh" que viene a querer decir "tu cara me suena pero lo mismo puede ser de otra ultra que de una noche loca en Las Vegas". El caso es que poco a poco vamos entrando en el corralito no sin antes pasar por el control (ejem, ejem) de material obligatorio (ejem, ejem).
Salimos cosa de un cuarto de hora tarde, pero tampoco hay mucha prisa, total hasta mañana no vuelvo. Y salimos bien, cuesta abajo, como tiene que ser, no como esas ultras catalanas que te clavan un kilómetro vertical nada más empezar. No hombre no, primero hay que calentar que sino luego vienen los tirones.
Pues eso, empezamos cuesta abajo buscando el río Alcanadre. Como estamos fresquitos y contentos todo el mundo comenta la belleza del paisaje. Vamos, que el comienzo de la ultra es perfecto: cuesta abajo y con un escenario que quita el hipo. Solo con esta inicio, la gente que viene de lejos justifica el viaje. Que por cierto, la segunda clasificada vino de Moscú de propio para hacer la prueba. Moscú capital de Rusia, no Moscú el bar de Las Fuente. Espero que le gustase.
Cruzamos el río y primera sorpresa, una badina está inundada y hay que elegir: o escalar un poco o por el medio con agua hasta la rodilla. Como buen niño que soy me tiré de cabeza al charco. Resultado, el esperado: pies mojados durante 20KM, sensación de tener ampollas durante otros 30KM y ampollas durante los 40KM finales. Mooooola.
Volvemos hacia Alquézar por la ruta de las pasarelas. Y aprovecho el paso por el pueblo para ir al coche y coger vaselina para mis mojados pieses.
Desde Alquézar a Rodellar el camino va paralelo al Balced, río que cruzamos por el tranco de las olas justo a la salida de los famosos Oscuros de Balced, donde estaban estos turistas dándose un bañico. Con la caló que hacía poco me faltó para quedarme con ellos.
Luego seguimos hacia Rodellar, primer avituallamiento "grande" y primer bajón grande. No se si fue el calor, o los pies mojados o el sentido común pero le faltó un pelo para que no me retirara. Pero una ultra se acaba con paciencia. Así que me apoltroné en un poyato con una botella de CocaCola y un par de sandwicheses y dejé que se me pasaran las ganas de abandonar.
A partir de aquí hice el camino con Carlos, al que alcancé en el anterior avituallamiento, y con Luisra, un chaval de Balaguer más majo que las pesetas y que llevaba medio equipamiento prestao. Nos echamos unas buenas risas los tres.
La ruta sigue hacia la entrada del barranco del Mascún, zona de escalada de prestigio in ter na cio nal, donde me hice esta foto en la que salgo tan guapetón
Siii, ya se que los colores no peeeegan |
Y del que se sale por una cuestecica de las que pican, pican y que te deja caras como estas
A uno de estos dos le gustan las cuestas |
Luego solo queda seguir hacia Las Bellostas donde está el segundo avituallamiento "grande". Llegamos justo al hacer de noche y vimos a mucha gente abandonar. Normal, entre la llegada de la noche, la megacuesta de hace poco y el cansancio ves un banco y dices: aquí me quedo, que sufra más su puta madre.
Cae la noche y amanece en París, dijo La Unión. En Guara cae la noche y no amanece hasta el día siguiente, así que a encender el frontal tocan. De noche los sentimientos y actitudes, los sentidos, las fuerzas y las flaquezas, los miedos, todo se acentúa. Carlos venía cansado y jodido del estómago no paraba de quejarse pero tampoco de andar o correr. Yo soy callado por naturaleza y me gusta la noche, así que disfruté de mi silencio. Creo que a Luisra le pasaba lo mismo que a mi.
Así que poco a poco, sufriendo más que cantando llegamos a Alquézar a eso de las tres de la mañana y, cómo no, una lagrimica se escapó al entrar a meta.
He de decir que esta es la primera ultra cuyos ritmos he planificado. Nunca lo había hecho. Primero porque justo me venía con acabar. Segundo porque justo me venía para acabar. En esta, sin estar seguro de poder acabar, quise experimentar. Mi plan maquiavélico era: tranquilo al principio hasta el primer paso por Alquézar, total en el primer sendero se montará tapón y como no tengo fuerza para salir con los primeros, no tiene sentido tirar aquí. Luego tirar fuerte hasta Rodellar. Volver a bajar el ritmo hasta el mesón de Sevil y los últimos 25KM que son casi todos por pista y en descenso dar todo lo que me quede. Resultado previsto: entre 17,5 y 18,5 horas. Respecto a Carlos, se me irá en el primer llano pero lo cogeré en la última gran subida, la que nos saca del Mascún. Se recuperará y se volverá a ir en el mesón de Sevil. Llegará a meta cosa de media hora antés que yo.
El resultado final fue que llegamos en 18 horas y tres cuartos y que cogí a Carlos 8KM antes de lo previsto y que hicimo juntos casí 60KM. Mejor así.
P.D. Las afotos se las he fusilado casi todas a Monrasín. Gracis