María, llena eres de sendas

No era un buen día para salir a correr. Por lo menos eso indicaban los dos gradicos bajo cero del termómetro del coche y el movimiento de las copas de los árboles. Pero, armado del croquis de Manumar , me animé a recorrer los senderos de María.

Al principio seguí el croquis de Manumar, subiendo por el castillo de María para llegar hasta el sillón. Pero allí vi que el sendero bajaba a la otra vertiente y me animé a seguirlo. Bien hecho, porque encontré una senda casi virgen que vuelve de la Plana al Sillón. Y digo casi virgen porque parece que no ha sido hoyada por las amotos o las montanbiques. Raro, raro.  Es corto pero bonito. Distinto de los demás que están muy marcados por el paso de las  motos. Este, a veces, es hasta un poco difícil de seguir.

Entrada al sendero "virgen"

Vuelta a bajar por la arista para al poco desviarme a la izquierda hacia el sendero cabecero. Bonito también, pero menos que el primero precisamente por estar muy marcado. Por este sendero seguí hasta llegar al Barranco de la Balsa, mi Zanskar particular. Si alguno no lo conoce tiene que ir a correrlo. Son cosa de 6 Km que parecen fuera de lugar.

Esta foto es de este verano, de cuando me integraba más con la Naturaleza

Remonté el barranco sabiendo que el fondo estaba cegado de pinos y zarzas. Pero jodete Manué, que alguien había limpiado el barranco y, con algo de dificultad, se puede subir hasta la Plana. Han debido ser los moteros porque el inicio del barranco está marcado con un hito y porque me pareció ver huellas de ruedas. Es acojonante por dónde se mete esta gente con las motos. Si no hicieran tanto ruido serían geniales.

Entrada a la Balsa

Con el tiempo encima, vuelta patrás, bajé todo el barranco de la Balsa. Al final tres horas de disfrute. Tan solo sobró un poco de cierzo.

Dejo pendiente para otro día ampliar este recorrido con el barranco de Enmedio y de los Pozos y sus cresteos para hacer un Total María.