¿Qué ocurre cuando mezclas una semana durmiendo poco, una noche en la que mi pequeña maravilla decidió despertarse tres veces, una pequeña gripe con 600 metros de desnivel positivo en los primeros 5KM? Pues que se te queda un cuerpo de resaca como el día después de una boda.
¿Y si a eso le sumas un pradico y un solete primaveral? Pues entonces pasa esto
Y porque pasó un crío cagándose en su padre a berrido limpio porque le había hecho subir hasta allí arriba en vez de dejarlo en casa jugando con la pleistesion (yo estoy con el crío) que si no me da mediodía durmiendo.
El plan era empezar en Aniés, subir hasta lo alto de la sierra, llegarme hasta el castillo por senderos y volver por el PR1. Entre la mística de correr cerca del castillo y lo verde que se ve el monte desde la carretera estaba seguro de que iba a ser una ruta muy disfrutona. Pues no. Entre el mal cuerpo, que el monte está muy seco y que todos los caminos que encontré eran pistas, muchas de ellas destrozadas por la maquinaria forestal o convertidas en la famosa y horrenda autopista llamada Camino Natural de la Hoya de Huesca, poco pude disfrutar.
Al menos toqué chufa en el castillo.
Por cierto, señores de Prames, por el amor de los clavos de Cristo se lo pido: no pinten las curvas de nivel de rojo y los senderos de verde con el mismo grosor de línea, que los daltónicos las pasamos muy putas con sus planos.
Al final 20KM, 750+ y 2h15min.
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